Hacerse valer

Cuando quieran echarte tierra y enterrarte,
no olvides que tú eres la semilla y si eres la semilla, de ella salen los frutos que quieres ver en tu vida. Te riegas, te nutres, te cuidas y de allí nace el amor propio. El autocuidado es esencial para el florecimiento interno y externo. Cuidemos esa semilla de creación y esperanza que nos habita. Confía y elígete cada día. Paso a paso solidarizando tus sueños. Creando la vida que quieres vivir.

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