Hay momentos en la vida en los surgen situaciones difíciles que truncan nuestros sueños y aún siendo conscientes de ello nos esforzamos por enfrentarlos y seguir adelante, por conseguir nuestros objetivos, apostando para que cada etapa de nuestra vida sea increíble, y aún así no siempre conseguimos salir de nuestros pensamientos negativos, no conseguimos controlar nuestra mente, y por mucho que intentemos recuperar nuestra
actitud positiva, sentimos que no lo conseguimos al 100%. Y es que, hay veces que tenemos que permitirnos estar mal y no verlo todo de color de rosa.
Porque eso es justo lo que necesitamos en esos momentos. Necesitamos tocar fondo para tomar impulso, para resurgir. Son momentos de introspección, de mirar para dentro, de asumir nuestros errores, de cambiar eso que sentimos que no va con nosotros y tenemos que pasar mucho más tiempo con nosotros mismos para poner orden a lo que está pasando en nuestro interior.
Comentarios
Publicar un comentario